Y claro, la información la busqué después.
Colección Ordóñez-Falcón. Pioneros de la fotografía (1845-1930)
Para el Museo de Bellas Artes de Bilbo no es muy común presentar exposiciones de fotografía, aunque en los últimos años parece que la pinacoteca se ha decidido a dar cabida a ciertas muestras gráficas no pictóricas.
Como precedentes, podemos señalar tan sólo otras dos exposiciones fotográficas: “Ciudad Abierta, Fotografía Urbana 1950-2000”, que fue expuesta en 2002; y “Un espacio transformado”, de Patxi Cobo.
Los medios señalan que Javier Viar, director del Museo, se mostraba muy satisfecho durante la presentación de la exposición, sobre todo porque ésta permanecerá en el museo durante un tiempo mínimo de cinco años.
Es éste un hecho de importancia, dada la relevancia que otorgan los expertos a la colección de la Fundación Ordóñez-Falcón. En la colección privada podemos encontrar 1500 obras de diversas fechas y que abarcan toda la historia de esta disciplina. Es por ello que representa una de las colecciones fotográficas más relevantes, y que a menudo son cedidas en depósitos temporales a diversos museos.
Durante la apertura de la muestra que se puede visitar en Bilbao, el propio Enrique Ordóñez explicó que la selección de las obras expuestas en este museo se ha cuidado con detalle. Se buscaba la posibilidad de ceder obras que reflejaran diferentes momentos históricos de la disciplina, a la vez que mostrar las diferentes tendencias defendidas por los creadores.
Así, encontraremos obras que hacen hincapié en la experimentación artística y técnica, frente a otros autores más preocupados por el progreso técnico general y en dejar constancia de los cambios en la industria y arquitectura.Según la documentación que acompaña la muestra, a través de estas imágenes realizadas entre 1845 y 1930, se descubren los orígenes de la fotografía y sus diversas técnicas. Enrique Ordóñez entró en posesión de este legado hace más de 20 años, lo que le llevó a desarrollar un vivo interés por las instantáneas. La colección de imágenes de la que entró en posesión era en realidad un trabajo de Cartier-Bresson, uno de los autores franceses con más prestigio del siglo XX.
Henri Cartier-Bresson fue un célebre fotógrafo francés considerado por muchos el padre del fotorreportaje. Predicó siempre con la idea de atrapar el instante decisivo (...). Se trataba, pues, de poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo momento en el que se desarrolla el clímax de una acción.
(Wikipedia, cómo no)
La colección fue aumentando progresivamente con obras de artistas aún no reconocidos, o por obras pertenecientes a diferentes estilos vanguardistas de varios países europeos, así como por diversas obras del siglo anterior. Como ya he dicho, yo de fotografía poca cosa; pero algunos de los nombres me resultan familiares y, en cualquier caso, sí que pienso que a quien le interese este tipo de curiosidades debería aprovechar la ocasión.
Hay obras de Talbot, Roger Fenton, Eduard Baldus, Charles Clifford, Heinrich Kühn, Bisson Frères y un porrón más. El que sepa tan poco como yo, que se ponga a teclear en google o en la wiki como he hecho yo, que salen todos y algunos más...Al margen de esto, hay imágenes que llaman la atención por sí mismas, porque al fin y al cabo no son sólo técnicas fotográficas sino retratos de trocitos de historia. Por ello me llamaron mucho la atención las imágenes dedicadas a maquinaria o a la construcción; no se, por lo que cambian las cosas, supongo. Como hoy en día tratemos de construir un puente sujetándolo a base de armazones de madera se nos monta una tragedia de trabajadores aplastados...
También supone una curiosidad adicional fijarse en los diferentes medios de plasmar las imágenes capturadas.
De esta forma encontramos daguerrotipos, plaquitas de metal con la imagen, que más parecen grabados hiperrealistas que otra cosa.Tenemos también los denominados “dibujos fotogénicos”, que no implicaban el mismo procedimiento según si hablamos de Hippolythe Bayard o de William Fox Talbot.
Explicar lo que son las fotografías a la albúmina es toda una aventura, pero si a alguien le interesa, le recomiendo que eche un ojo aquí, donde además tiene a su disposición un mogollón de información adicional sobre la historia de la fotografía, y encima en castellano, para que nadie se queje de que no sabe inglés. También se da una breve explicación de lo que significa trabajar con papeles a la sal.
En fin...que no me enrollo más. Que recomendable para el que no entiende ni jota de esto, porque está lleno de curiosidades en imágenes y en procedimientos, y recomendable para el conocedor porque seguro que se reencuentra con viejos conocidos y se lo pasa como un nene.
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